Una Institución como Carabineros de Chile, necesita asentar su tradición histórica, no solamente en sus acciones trascendentes o heroicas, sino que también manteniendo viva la llama del recuerdo de aquellos que tuvieron el privilegio de regir sus destinos, que ya no se encuentran entre nosotros, los cuales desde diferentes cargos o funciones contribuyeron al perfeccionamiento moral y profesional de sus subalternos.

Ellos fueron los forjadores del prestigio, respetabilidad y confianza que la benemérita Institución de las carabinas cruzadas ha alcanzado dentro del concierto nacional, que como pilar gigante y fundamental de la República, garantiza a todos los ciudadanos chilenos el orden interno y la paz social que merece un pueblo libertario y altivo, como el nuestro.

¡Elevemos nuestras preces al Altísimo por quienes nos antecedieron y recordemos imperecederamente su sapiencia y las numerosas lecciones legadas con su inmaculado ejemplo!